Fuente: Diario Correo Huancayo
Cuando los españoles llegaron al valle en 1533, Hatun Xauxa los maravilló tanto que decidieron fundar una ciudad en su entorno, en octubre de 1533. Dicha fundación se completó el 25 de abril del 1534 y la nueva ciudad se llamó: "la muy noble ciudad de Jauja", siendo la segunda ciudad fundada por los españoles en Nueva Castilla, a la que se le dio la categoría de capital de gobernación. Todo ello de acuerdo a los valiosos documentos localizados en el Archivo General de Indias en Sevilla España, por lo que justamente se le reconoce como la Primera Capital del Perú, refiere uno de los textos que revisaba ayer sobre esta localidad.
Hace una semana estuve por Jauja por cuestiones de trabajo y de verdad me sentí bastante decepcionado por el estado calamitoso en que se encuentra la ciudad, donde la alegría de sus pobladores por su tunantada y carnavales considero que no es del todo plena.
Las calles están descuidadas, el comercio invade las diferentes arterias, los parques abandonados, las viviendas sin la debida conservación, no hay un cuidado de las zonas verdes, los mercados olvidados, el desorden impera en el transporte y lo que es peor, por todo lugar se aprecian basurales que la afean.
Parece que Jauja está condenada a mantener ese calificativo de pueblo o aldea, ya que no existe un plan urbano que permita recuperarla y con todas luces exhiba con honor esa denominación de ser la Primera Capital del Perú.
Considero que las autoridades que tuvieron la suerte (para desdicha de sus pobladores) de dirigir los destinos de la provincia no asumieron con la seriedad del caso su trabajo, y de ahí que poco a poco Jauja fue perdiendo ese atractivo que algún tiempo alcanzó con la presencia de bellas casonas o pequeños parques bien cuidados.
Hace poco miles de visitantes llegaron a participar de la gran fiesta de la tunantada en Yauyos, pero quedó en ellos el sinsabor de no encontrar una ciudad que haya cambiado o esté en el camino del desarrollo y progreso. Las obras de impacto no se notan y aquellas que se ejecutan están inconclusas o demoran en entregarse para beneficio de la población. Las dos vías de ingreso se encuentran llenas de huecos, desde hace años nadie las arregla para mejorarlas.
Nadie puede negar los ingentes recursos con que cuenta Jauja y en especial su gran legado histórico, pero la provincia vive un estado de letargo que solo lo abandona por temporadas para bailar en fechas especiales, como el famoso carnaval que se viene y contagia a cada una de las comarcas de la provincia, donde el polvo y la serpentina acompaña al jolgorio de los participantes.
De persistir esta tónica de trabajo en esta provincia, entonces la frase que se acuñó hace años que mientras Jauja danza, (no solo Huancayo), otras provincias del valle del Mantaro avanzan se irá consolidando con el paso del tiempo.
No estoy en contra de estas manifestaciones populares, como son las danzas y que son un atractivo en todas partes, pero hay que ver como paralelamente una ciudad puede ir avanzando acorde al progreso y desarrollo, al que tienen derecho cada uno de los pobladores.
Jauja es la puerta de entrada al valle del Mantaro y tiene ese desafío por mostrar lo mejor, siempre y cuando aquellos ciudadanos que manejan los destinos de la provincia, pongan en marcha planes coherentes de desarrollo y no solo se dediquen a estar bailando durante todo el año.
Jauja con sus bailes puede vender otros servicios y convertirse en una ciudad con gran presencia turística, pero para ello, además, tiene que hacer una verdadera reingeniería que le permita optimizar todos sus recursos con que cuenta.
Sería bueno la frase: Jauja danza y avanza, ahí si sería otro cantar.
Hace una semana estuve por Jauja por cuestiones de trabajo y de verdad me sentí bastante decepcionado por el estado calamitoso en que se encuentra la ciudad, donde la alegría de sus pobladores por su tunantada y carnavales considero que no es del todo plena.
Las calles están descuidadas, el comercio invade las diferentes arterias, los parques abandonados, las viviendas sin la debida conservación, no hay un cuidado de las zonas verdes, los mercados olvidados, el desorden impera en el transporte y lo que es peor, por todo lugar se aprecian basurales que la afean.
Parece que Jauja está condenada a mantener ese calificativo de pueblo o aldea, ya que no existe un plan urbano que permita recuperarla y con todas luces exhiba con honor esa denominación de ser la Primera Capital del Perú.
Considero que las autoridades que tuvieron la suerte (para desdicha de sus pobladores) de dirigir los destinos de la provincia no asumieron con la seriedad del caso su trabajo, y de ahí que poco a poco Jauja fue perdiendo ese atractivo que algún tiempo alcanzó con la presencia de bellas casonas o pequeños parques bien cuidados.
Hace poco miles de visitantes llegaron a participar de la gran fiesta de la tunantada en Yauyos, pero quedó en ellos el sinsabor de no encontrar una ciudad que haya cambiado o esté en el camino del desarrollo y progreso. Las obras de impacto no se notan y aquellas que se ejecutan están inconclusas o demoran en entregarse para beneficio de la población. Las dos vías de ingreso se encuentran llenas de huecos, desde hace años nadie las arregla para mejorarlas.
Nadie puede negar los ingentes recursos con que cuenta Jauja y en especial su gran legado histórico, pero la provincia vive un estado de letargo que solo lo abandona por temporadas para bailar en fechas especiales, como el famoso carnaval que se viene y contagia a cada una de las comarcas de la provincia, donde el polvo y la serpentina acompaña al jolgorio de los participantes.
De persistir esta tónica de trabajo en esta provincia, entonces la frase que se acuñó hace años que mientras Jauja danza, (no solo Huancayo), otras provincias del valle del Mantaro avanzan se irá consolidando con el paso del tiempo.
No estoy en contra de estas manifestaciones populares, como son las danzas y que son un atractivo en todas partes, pero hay que ver como paralelamente una ciudad puede ir avanzando acorde al progreso y desarrollo, al que tienen derecho cada uno de los pobladores.
Jauja es la puerta de entrada al valle del Mantaro y tiene ese desafío por mostrar lo mejor, siempre y cuando aquellos ciudadanos que manejan los destinos de la provincia, pongan en marcha planes coherentes de desarrollo y no solo se dediquen a estar bailando durante todo el año.
Jauja con sus bailes puede vender otros servicios y convertirse en una ciudad con gran presencia turística, pero para ello, además, tiene que hacer una verdadera reingeniería que le permita optimizar todos sus recursos con que cuenta.
Sería bueno la frase: Jauja danza y avanza, ahí si sería otro cantar.
MUY BUENO EL COMENTARIO, PERO TAMBIEN DEBERIAN SUGERIR APORTES NO SOLO CRITICAR.
ResponderBorrarApoyo todo lo dicho y macko gracias por publicarlo eso ya es un aporte y suena bien la frase "Jauja danza y avanza"
ResponderBorrarDefinitivamente no puede ser que la primera capital se encuentre en ese estado y no avance a la modernidad y mucho menos su conservacion lo que hace responsable a las autoridades locales.
ResponderBorrarPor lo demas tienes mucha razón en tu comentario , esperemos que ese cambio no demore mucho.
Saludos.
Muy cierto .
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