Jauja: Pedacito de cielo

Esta edición es de colección y consta de 160 páginas, 85 fotografías a todo color, que muestra el proceso histórico, el variado patrimonio, las vivencias de los jaujinos y cómo ellos tratan de recuperar sus tradiciones y costumbres con el único fin de que lo suyo sea admirado a nivel nacional e internacional.

Este ejemplar fue escrito por connotados profesionales e investigadores de la realidad Jaujina, entre ellos el reconocido escritor Edgardo Rivera Martínez, quien refleja el paisaje natural de Jauja y su influencia en el comportamiento de las gentes que habitan la ciudad y el campo, de esta forma se muestra la vivencia de las personas que habitan en la ciudad de Jauja.

También el director regional de Comercio Exterior y Turismo, el Antropólogo José Luis Álvarez Ramos, como oriundo del lugar, plasma en los escritos sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial y Material, y su beneficio en pro del desarrollo turístico de la región y a nivel nacional.

El trabajo de investigación del proceso cultural está a cargo del Historiador candidato a Doctor en Historia por el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, Carlos Hurtado Ames.

Mientras que Manuel Raez Retamozo, catedrático de la PUCP, con un informe del patrimonio inmaterial de Jauja explica al detalle las danzas, gastronomía costumbres y tradiciones de Jauja, características que son envidiables por muchos lugares del Perú.

LA ZONA MONUMENTAL DE JAUJA

Lo resaltante del libro, es el reconocimiento cultural que tiene Jauja para fortalecer una ciudad en proceso de recuperación y que gracias a la refacción de la Iglesia Matriz, Capilla de Cristo Pobre y la restauración de los retablos del altar mayor de la Catedral, refacción de las fachadas de casonas, peatonalización del jirón Junín, logrará recobrar su imagen.

Además en el libro se puede identificar el potencial de la selva de Jauja, se cruza por una semblanza de la vida de los pobladores de Jauja, relatado por el literario, Sergio Castillo Falconí, haciendo que el lector viva cada suceso narrado, que radica desde que el ciudadano de Jauja en símbolo de su amor por el lugar donde nació conserve y disfrute de sus danzas y folklore, la gastronomía, sus panes, bebidas y viandas típicas como la “Shajta”, “Picante de Cuy” y la reconfortante “Patasca”.