Desde hace 16 años, el padre José Chuquillanqui
lidera e impulsa proyectos que hacen posible el desarrollo y progreso de
Manchay. En 1999 inició el programa “Formación para el trabajo de jóvenes en
riesgo”, que a la fecha beneficia a 580 chicos y chicas que se forman en las
aulas del instituto Trentino Juan Pablo II y en el centro técnico productivo
José Luis Idígoras.
La iniciativa de Chuquillanqui comenzó con el
desarrollo de charlas y talleres productivos para que los jóvenes tengan un
espacio donde formarse y no caer en drogas u otras situaciones de riesgo. La
acogida y respuesta positiva de los jóvenes creó la necesidad de ampliar el
programa, fue así como se comenzó a trabajar para crear el instituto y el centro
técnico.
El padre José sabe que un pilar fundamental para el
desarrollo es la educación, por ello, este año implementó el programa de
fortalecimiento de la enseñanza y nivelación que involucra a 600 alumnos de
1ero. a 5to. de secundaria de colegios estatales. Para el reforzamiento de lo
aprendido en las aulas se cuenta con el apoyo de 16 docentes.
Pensando en una educación inclusiva también se creó
una escuela especial donde 57 chicos con habilidades diferentes entre 13 y 18
años son capacitados en talleres de panificación, repostería, bisutería, entre
otros. Además otros 18 chicos asisten a la escuela parroquial.
Cada mes los padres de estos niños y adolescentes
acuden a la parroquia donde el párroco José brinda charlas y capacitaciones a
los padres de familia para que entiendan y comprendan mejor a sus hijos,
logrando así superar muchos de los prejuicios que se tejen en torno a los
chicos con síndrome de down, autismo o sordomudos.
En Manchay, gracias al trabajo del padre y los
pobladores se ha logrado contar con nueve guarderías donde las madres que
trabajan pueden dejar a sus pequeños. También se ha creado el taller productivo
Guarnimaqui, dirigido a mujeres quechua hablantes para potenciar sus
habilidades en la producción de chalinas, chompas, chales, ponchos y guantes, pero
conservando su arte y tradición ancestral.
Fuente: RPP
Saludos:
ResponderBorrarPero, pesa el dicho, nadie es profeta en su tierra.
Qisiera, que no se entienda, No estoy en contra del gran servicio que hace el mentor padre Chuquillanque en la zona de manchay, que por cierto conozco y he visitado en varias oportunidades, SINO que debe también popner un grano de arena para sus paisanos jaujinos y sobre todo para el distrito de Molinos, denominado como "El jardín escondido del valle verde de Jauja.
Atte. David Manyari Camarena
Pte. del Centro Unión Molinos Residentes en Lima