Comunicamos
el sensible fallecimiento del señor José Kato Tangui, ocurrido en la madrugada
del día sábado 28 del presente mes.
Nació
en Jauja el 03 de agosto de 1946, sus padres fueron Hiroshi Kato Susuqui y
Chiyo Tangui de Kato, tuvo dos hijas, Pamella Harumi y Vivian Naomi. Sus
estudios lo realizo en la escuela Ex 500 y en el Colegio San José de Jauja.
José
Kato estuvo muchos años al servicio de la comunidad jaujina a través de sus
trabajos, como cuando estuvo frente a la Benemérita Compañía de Bomberos
Voluntarios 48 de Jauja. A él debemos muchas gestiones como la construcción de
un mausoleo por los 80 ° aniversario de la emigración de ciudadanos japoneses,
sepulcro para guardar los restos de los 365 inmigrantes que habían fallecidos
en esta ciudad. Esta acción comunitaria fue realizada con el señor Juan Higuchi
y a pedido del señor Hiroshi Kato. Actualmente pertenecía a la Hermandad de la
Archicofradía de la Virgen del Rosario.
En
1921, se celebró en todo el país con grandes fiestas patrióticas el centenario
de nuestra independencia nacional. En Jauja, la colonia japonesa hizo entrega
de muchas farolas de metal (estilo japonés) que engalanaron la avenida Ricardo
Palma.
En
1945 aproximado, en los terrenos del antiguo club Social Los Andes, se quiso
hacer un Centro Recreativo, pero no se cristalizó. Entre los años 1963 y 1964
se recuperaron estos terrenos que estaban al cuidado del señor Iseki, con el
fin de construir un Parque Infantil, que luego tomaría el nombre popular del
“Parque Chino”. En 1990, a iniciativa del señor Kato Tangi, se realiza en
convenio con el alcalde de Jauja, Dr. Luis Balvin Martínez y se entregan esos
terrenos para la construcción del Instituto Pedagógico “Pedro Monge Córdova”,
obra que hoy es una realidad.
En 1959, nace en el Club Nisei de Jauja, la Compañía de Bomberos
Voluntarios 48 – Jauja, que a la fecha sigue brindando su servicio a la
comunidad jaujina en la prevención y extinción de incendios, atención de
accidentes vehiculares y salvatajes de vidas expuestas a peligro.
Cabe
mencionar que la ciudad de Jauja, con la hospitalidad que le caracteriza, dio
acogida a muchos inmigrantes japoneses; ellos trabajaban como agricultores en
Lima y otros lugares del Perú y cuando se enfermaban, el lugar para recobrar su
salud era Jauja, y aquí venían, unos sanaban y se quedaban a labrar con su
trabajo el progreso de Jauja, otros salieron a diferentes lugares.
Cuantos
inmigrantes japoneses agradecidos a Jauja se quedaron e instalaron sus negocios
(algunos llegaron sanos), como José Ogasi, quien puso la primera fábrica de
fideos y galletas; los hermanos Genaro y Juan Higuchi Imamura, instalaron la fábrica
de gaseosas de la marca “Inka Kola”, además de los “Panetones Higuchi”, y Juan
Higuchi llegó a ser alcalde de Jauja (1970); Juan Nakayama con su bazar de
pasamanería entre los jirones de Grau y Junín; José Ogaka, Máximo Umemoto, José
Fukushima, uno de los fundadores del Centro Musical “Felipe Pinglo Alva”, sobresalió
por su dotes para el canto, amante del futbol, saltador de garrocha, y en el
billar era un máximo exponente, además de atender con esmero su relojería;
Fernando Nakasone, asiduo participante de los cortamontes jaujinos, y que
estando ya en Lima, no podía contener su emoción al escuchar “Huarancayo de mis
penas”; Víctor Hiroshi Kanashiro; Antonio Iseki, padre de José Iseki Koitabashi,
alcalde de Jauja (1987); Pedro Onaka Hirata, que fue alcalde de Jauja (1979) y
tuvo la fábrica de gaseosa “Inti Kola”; Alejandro Makino que tenía su
peluquería frente a la farmacia Villanes; Joaquín Kanashiro, padre de la
doctora Rosa Kanashiro; y así, hay muchos más de los inmigrantes japonés que
llegaron y nacieron en Jauja.
El
señor José Kato Tangui, atendió personalmente hasta el último momento de su
vida a todos los que concurrían a su tienda de pasamanería “Bazar Kato”; cuando
no había clientes, siempre se le veía sentado en la entrada de su tienda
contemplando la plaza; callado, quien sabe en qué pensaba, tantos años vividos,
supongo que tenía muchos recuerdos que se le cruzaba por la mente. Pero si vivió
agradecido a Jauja por la hospitalidad que esta ciudad le brindo, al igual que
a sus hermanos de raza. Y es por eso que los inmigrantes japonés que llegaron a
Jauja, fueron y son agradecidos, pues, algunos se fueron, otros ya no están con
nosotros, como el señor José Kato, pero que en su momento trabajaron por el
progreso de nuestra Jauja.
¡Descansa
en Paz, José Kato Tangui!
Bibliografía:
Hijos de Xatun Xauxa
Las condolencias a la familia Kato por esta triste noticia.
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