Sería
fantástico que así como hay prismas que dividen la luz blanca en sus siete
colores componentes, hubiera algún objeto -también simple- capaz de separar o
refractar por ejemplo, el inconfundible y poderoso sonido de una banda de
folklore de la sierra central peruana. Podríamos así percibir el abanico de
timbres de sus nueve o diez saxofones más el arpa y el violín que lo
complementan.
Pero
sí existen órganos capaces de reconocer y separar esos distintos timbres, son
los oídos de unos pocos músicos y melómanos muy bien entrenados o ya dotados
para ello de nacimiento. Así como nuestros ojos pueden distinguir cada
instrumento de una sección de vientos o cuerdas, o cada boca de un coro, los
oídos de ellos pueden distinguir el sonido de cada instrumento o de cada voz en
esas secciones.
Y es
también posible para cualquier persona experimentar algo similar, sólo
movilizándose un poco.
Si
una banda de músicos desfila frente a ti, puedes ir distinguiendo o
reconociendo el sonido de cada instrumento conforme va pasando cerca de ti. Más
divertido que experimentar aquello quedándote quieto como observador es
participar desplazándote o danzando con o en contra de esa marcha para
disfrutar de las diferencias de timbre de cada instrumento como de su fusión
con los otros.
Por
ejemplo, vas a una boda en un pueblo huanca, donde eres siempre bienvenido
aunque no hayas sido invitado. Te ubicas temprano en la calle de la casa de la
novia. Allí empieza el evento. La orquesta y el grupo de danza contratados van
entrando en calor con algunas tonadas y bailes. Mientras lo hacen tú te
desplazas a lo largo de sus filas y disfrutas del sonido de cada instrumento,
aprecias diseños y colores de cada traje y observas cada paso de baile. Cuando
sale la novia de su casa, el cortejo nupcial y tú la acompañan danzando por
callejas del pueblo hasta la casa del novio. Allí espera él también con sus
grupos de danza y música en acción.
Mientras
la pareja de novios se junta, coquetea, compite y se complementa luciendo la
gracia de sus movimientos y sus brillantes trajes, las orquestas y grupos de
danza se enfrentan en un aparente duelo de habilidades, pero en realidad se
ayudan, se turnan para recuperar el aliento a más de tres mil metros de altura
y mantienen el movimiento continuo del ritual.
En
las quebradas y en el propio Valle el Mantaro las vibraciones de esos saxos
resuenan como cantos o clamores de muchedumbre. Tal vez sea la forma cónica,
angosta en la boquilla y amplia en la campana de salida, la que da al saxo ese
timbre peculiar similar al de la voz humana en todo su registro, tan dramático
como sensual.
Cuenta
una de las leyendas sobre el origen de la afición por los saxofones en la
sierra central del Perú, que en un accidente de carreteras un trabajador de
minas extranjero acabó con la vida de un niño de la zona y no tenía dinero para
cubrir los costos de la tragedia. El hombre sacó de una maleta un saxofón
ofreciéndolo como pago. Por suerte el entonces tan extraño instrumento musical
pudo ser vendido a uno de los destacados clarinetistas de la zona.
Y
sucedió que en muy poco tiempo el nuevo dueño del instrumento logró la
característica vibración dramática del saxo y le dio tal difusión que todos los
demás músicos encargaban sus saxos a tiendas de Lima o viajaban allá para
comprarlos. Así el saxo superó rápidamente en preferencias a su predecesor el
clarinete en esta región, como había sucedido en New Orleans y en muchas otras
regiones musicales del mundo. Y estamos a sólo dos siglos del nacimiento del
belga Adolphe Sax, su inventor.
Podemos
decir que la Nación Huanca o el País de Jauja son verdaderas regiones musicales
porque allí en toda celebración o conmemoración tocan por turnos dos orquestas,
sea bautizo, aniversario, boda o funeral, sin importar para nada el nivel
económico de sus anfitriones.
Pueblo viejo es la
ópera prima del huancaíno Hans Matos Cámac, un western que se desarrolla en los
parajes de la sierra central del Perú, con influencias de la obra de José María
Arguedas.
La película narra el
enfrentamiento entre los tres hacendados más poderosos de la zona, quienes se
disputan el agua para el riego de los sembríos. Ellos son interpretados por Christian
Esquivel, Iván Lozano y Juan Manuel Ochoa. Mayella Lloclla hace de la empleada
doméstica de este último.
“Pueblo viejo”,
producida por Llanki Cine + Medios EIRL (Chiclayo), fue una de las ganadoras
del Concurso Nacional de Cine Regional 2012, obteniendo así un premio de 440
mil soles. La película se grabó en junio de este año en locaciones de Huancayo,
Jauja, Acolla, Chongos Bajos y Matahuasi, con un presupuesto total cercano al
millón de soles.
A continuación
conversamos con el director Hans Matos y con el productor chiclayano Beyker
Bances Tenorio:
¿Cuáles son las obras y
referencias que inspiran “Pueblo viejo”?
Hans Matos: Nuestra
película está inspirada en todas las películas western que he podido ver,
además de las historias contadas por mi abuelo.
Los primeros
tratamientos del guión, tenían elementos muy del cine norteamericano, en la
historia jugaba con elementos como dinero, oro, minas, trenes, rebeliones, etc.
Yo ya tenía claro que en su raíz iba a ser un conflicto de familias, pero los
elementos siempre me sacaban de la historia, no quedaba completamente
convencido de lo que estaba escribiendo.
Comencé a releer
literatura peruana, buscando elementos que me ayudaran, cuando llegué a “Agua” de
Arguedas, analicé los elementos que intervienen en los conflictos de su
literatura y los adapté al guión.
¿Cómo amalgaman la
visión que tiene Arguedas del ande, con los referentes del western?
HM: Cuando leí “Agua”
sentí que leía un western. “Pueblo viejo” es un western, con mucha influencia
de los spaghetti western. Mi intención al escribir la historia era que se
sienta universal, que podría estar pasando aquí o en cualquier otra parte.
Nunca quise que se sienta “andino”.
¿Han visto el
cortometraje El chalán, de Alberto Matsuura, que por una década ha sido el
único western peruano?
Beyker Bances: “El
chalán” es una producción grabada en el norte de nuestro país. Los escenarios,
el vestuario, el montaje y las acciones entre sus personajes pintan una
propuesta de western; sin embargo el uso de caballo de paso, el poncho y el
sombrero, me atrevería a decir que es un western con pinceladas de norte
peruano.
Por otro lado, luego
supimos de la película muda Luis Pardo realizada en el año 1927, que es
considerado como un primer intento de western en nuestro país.
HM: Sí, vi “El chalán”
en ‘El placer de los ojos’ hace mucho tiempo atrás. Me gustó bastante e
inspiró, al momento de verla yo ya tenía la idea de hacer un western, cuando vi
los paisajes de la costa pensé que podría verse muy interesante si se filmaba
en la sierra.
Cuéntennos sobre la
búsqueda y selección del casting. Cristhian Esquivel y Mayella Lloclla son
intérpretes que cada vez ofrecen más en sus actuaciones, y también el popular
“Jaguar”, Juan Manuel Ochoa.
BB: La selección de
actores, fue a través de una búsqueda en conjunto con Carlos Mendoza (jefe de
casting), quien daba lectura de los requerimientos citados: propuesta y visión
del director Hans Matos.
Llegando a encontrar
una matiz de personajes, con trayectoria, capacidad de escuchar y trabajar en
equipo, consignando entre ellos: el perfil, porte y rostro marcados (personaje
con espíritu de trabajo en el campo); como es el caso de Cristhian Esquivel
(relacionarlo con un actor de género western, de ser el caso); así como
también, Juan Manuel Ochoa que es la revelación, un Clint Eastwood en versión
peruana.
Por otro lado, no
podemos dejar de lado la propuesta de los figurantes y extras locales. Fieles
colaboradores que dan el espíritu, actitud y coraje de un western, con una
preciosa fotografía de naturaleza serrana.
HM: El casting fue
largo, no había pensado en los actores que podrían encarnar a los personajes,
el tiempo nos jugaba en contra y la única fecha en la que teníamos el clima y
aspecto que buscábamos era en los meses de junio y julio.
Comenzamos en
noviembre, el jefe de casting Carlos Mendoza comenzó a mandarnos propuestas y
empezamos a reunirnos con muchos actores. A Cristian Esquivel no lo conocía,
cuando lo vi, supe que él tenía al protagonista.
Siempre pensé en
Mayella para su personaje. Lo primero que vi de ella fue en “Detrás del espejo”.
A través de talleres
del Lima Cinelab el personaje que interpretó Mayella fue evolucionando en el
guión, y cada vez se parecía más a lo que podría obtener trabajando con ella.
Cristian Esquivel me
preguntó si conocía a Juan Manuel Ochoa, y no supe quién era hasta que me dijo:
es “El Jaguar”. En nuestra primera reunión, Juan Manuel escuchó la descripción
que le hice del personaje, así como de toda la historia. Entonces comenzamos a
tener una conversación sobre la actualidad del tema que estábamos tocando.
Él no quería
interpretar a otro villano más, pero cuando le describí que mi visión sobre el
personaje es de un corte trágico, pude convencerlo. Finalmente, aceptó y he
quedado muy contento con su trabajo.
¿Cuánto tiempo les tomó
el rodaje, y en qué estado se encuentra la película actualmente?
BB: El rodaje duró
cuatro semanas. Sin duda el aporte de la empresa privada sumó en nuestra
producción, con el objetivo de tener un producto de competencia nacional e
internacional, con una óptima calidad visual, actoral y narrativa.
Las empresas que se
sumaron y confiaron en nuestro proyecto son la casa realizadora Imagen
Record’s, la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo de Chiclayo y
empresas locales, así como colaboradores de la ciudad de Jauja y Huancayo.
La película ahora se
encuentra en postproducción. Esperamos tenerla lista en los próximos meses, y
estrenarla tentativamente en los últimos meses del 2015.
¿Cuáles son antecedentes
como realizadores y productores?
BB: He trabajado en el
documental “Sólo 10 céntimos” (2008), producido por la Universidad Católica
Santo Toribio de Mogrovejo, de Chiclayo, y los cortometrajes “Empuntándose”
(2009), producido en FENAVID – Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; “El polluelo”
(Piura, 2011) y “La marea” (Lima, 2013).
HM: A inicios del 2013
trabajé como segundo asistente de dirección del largometraje Rosa Chumbe (antes
conocido como Etransrosa), del director Jonathan Relayze. Fue una experiencia
abrumadora y muy satisfactoria.
Un pueblo de Córdoba y
una ciudad de Perú comparten el mismo nombre de «La tierra de Jauja» de Lope de
Rueda
«En la tierra de Jauja hay
un río de miel y otro de leche, y entre río y río hay una fuente de mantequilla
y requesones, y caen en el río de la miel», es «un lugar en donde pagan a los
hombres por dormir», «una tierra en donde azotan a los hombres que se empeñan
en trabajar»... Estos y otros prodigios describen los bribones que engañan al
crédulo Mendrugo en el paso «La tierra de Jauja» que escribió Lope de Rueda en
1547.
En las fechas en que el
autor sevillano idea esta fábula teatral para «El Deleitoso» ya existían dos
localidades con el nombre de Jauja: el pequeño pueblo cordobés del partido
judicial de Lucena donde nació el famoso bandolero José María “El Tempranillo” y
la ciudad fundada por Pizarro en 1534, la primera capital del Virreinato del
Perú hasta la fundación de Lima. ¿En cuál se inspiraría Lope de Rueda?
«Detrás de esta fábula
está el rico valle de Jauja en el Perú», asegura José Luis García Remiro en su
libro «¿Qué queremos decir cuando decimos...?» (2001). La leyenda sobre este
país imaginario de la abundancia procede en su opinión de las primeras
relaciones de Pizarro sobre el valle de Xauxa conquistado en 1533 y las
descripciones que hicieron del lugar Francisco de Xerez (1534) o Cieza de León
(1553). «La imaginación popular identificó el nombre de este valle de Xauxa con
toda la supuesta riqueza del Perú, cuya leyenda áurea se difundió a partir del
fabuloso tesoro que Atahualpa entregó a Pizarro», explica.
«El paso titulado
"La tierra de Jauja" recogió y al mismo tiempo disparó la imaginación
popular sobre una tierra rebosante de leche, vino y miel, de árboles de cuyas
ramas penden lechones asados y donde está prohibido trabajar», continúa García
Remiro.
También Gregorio Doval
cree que las noticias que llegaban sobre el valle andino, con su clima benigno,
la fertilidad de su suelo y sus grandes reservas de metales preciosos, animaron
a Lope de Rueda en su fábula. «No es raro que la mezcla de las maravillas
inventadas por Rueda y por otros después de él y los relatos exagerados de los
que visitaban la ciudad andina, fijaran en el acervo proverbial y paremiológico
español el nombre de Jauja asociado a un paraíso de ensueño», señala en «Del
hecho al dicho».
Margarita Candón y
Elena Bonnet apuntan en «A buen entendedor...» cómo en Jauja existían minas de
plata con vetas a flor de tierra, semejantes a ríos de plata, y que debido a su
clima beneficioso para el reúma y otras enfermedades, el virrey Amat lo
convirtió en lugar de residencia alimentando aún más el mito.
La isla de Jauja
Jauja se convirtió en
un romance posterior en una isla donde no se trabaja y a quien así lo hace «le
dan doscientos azotes agrios», cuyos habitantes viven más de 300 años sin
hacerse viejos y mueren de risa, con murallas de bronce dorado, puertas de
diamantes y calles de ébanos y marfiles, mares y ríos de vino, montañas de
queso, valles de mermeladas, cuevas llenas de sedas y vestidos para las damas.
A «La isla de Jauja» podían ir caballeros y pobres hidalgos. «Diez navíos salen
juntos, de La Coruña este año», decía este impreso propagandístico para invitar
a enrolarse rumbo a América.
Para llegar a la Jauja
cordobesa que fundaron los árabes en el s. XII (jauja, en árabe significa
pasillo, pasadizo o portillo), basta con conducir por la A-3131. Situado a unos
30 kilómetros de Lucena, es un pequeño pueblo de casas blancas de unos 1.000
habitantes. Allí algunos de sus vecinos admiten que éste «no debió ser lugar de
abundancia si sus habitantes se metían a bandoleros». La Jauja de la abundancia
«hay que buscarla en Perú», señalan en la web www.jaujacordoba.es donde dan a conocer
la localidad. Así lo corrobora la Real Academia de la Lengua al señalar que el
término alude a «Jauja, valle del Perú, famoso por la riqueza de su
territorio».
La Municipalidad
Provincial de Jauja cree, sin embargo, que el origen de la leyenda se encuentra
precisamente en la pedanía cordobesa. Cuando Pizarro y su tropa se
establecieron durante una prolongada etapa en el valle de Jauja antes de marchar
hacia Cuzco, explica en su web, en este valle los incas habían acumulado
enormes cantidades de alimentos, vestimentas y riquezas varias que permitieron
a los españoles vivir holgadamente durante meses. Esta abundancia, subraya,
«fue probablemente lo que les hizo recordar a la española Jauja, en la cual,
según relata con exageración Lope de Rueda, las calles estaban empedradas con
piñones y por ellas corrían arroyos de leche y de miel. Así se asentó la
legendaria magnificencia del valle del Mantaro, y más en concreto del País de
Jauja».
Jauja, que habría
tomado el nombre en recuerdo y homenaje a la localidad cordobesa, se convirtió
en el destino de muchos residentes españoles que llegaban desde la capital o
incluso desde España para curarse de enfermedades respiratorias y tuberculosis
en su clima seco. Las riquezas que éstos llevaron reforzaron aún más la leyenda
que hizo popular la expresión «Esto es Jauja».
Pluspetrol, operador
del gas de Camisea, anunció que en el 2016 se realizará por primera vez en el
centro del país (Junín) la perforación de un pozo para la exploración de gas
natural, para lo cual invertirá hasta US$ 30 millones para los estudios de
sísmica y de US$ 80 millones para la perforación en sí.
“Se hará sísmica (onda
dirigida al subsuelo para identificar las propiedades de las rocas, para lo
cual no se requiere taladrar) este año y en el 2015, luego se va a interpretar
(los estudios de sísmica) y seguramente en el 2016 se va a perforar un pozo en esa
zona donde nunca se ha hecho eso. Nosotros pensamos que debe haber gas natural
porque está más cerca de Camisea (Cusco)”, dijo una fuente de Pluspetrol quien
en conversación con la prensa prefirió no ser identificada.
La operación se
realizará en el Lote 108, ubicado en la región Junín y se extiende a una parte
de Pasco y Ayacucho. Al ser una exploración total, el potencial de hallazgo de
gas “puede ser de cero como 100”, agregó. Las mejores expectativas apuntan a
que se trate de un nuevo Camisea.
“Pluspetrol está en una
zona del Lote 108 que va desde Mazamari hasta Villa Rica. Ahora estamos
realizando estudios de sísmica (sobre un área de 720 kilómetros), una vez
culminado escogeremos los sitios más pequeños para explorar. Eso es exploración
pura, nunca se ha perforado un pozo exploratorio allí”, enfatizó.
El ejecutivo explicó
que para este proyecto hay “una inversión de riesgo total, por el aspecto
geológico y por el Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki que se ha formado”.
Recordó que para la
sísmica Pluspetrol tuvo que conseguir el año pasado la aprobación del Estudio
de Impacto Ambiental (EIA), el cual comprendió la realización de 150 talleres
con las comunidades y tres audiencias públicas.
“Como en esta zona de Satipo,
La Merced, Villa Rica, Chanchamayo, hay muchos agricultores y comunidades, para
poder pasar la línea sísmica tuvimos que firmar compensaciones con 34
comunidades nativas y 2.000 agricultores”, remarcó.
Pluspetrol tardó dos
años para obtener los permisos, e inició sus labores de sísmica pero de pronto
se formó el Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki, “donde participa un cura
que está en contra del proyecto”.
La empresa está
avanzando con la sísmica –en el cual participan 700 personas- a la par que
efectúa una labor informativa con las comunidades y agricultores.
Sobre una meseta del
cerro San Cristóbal, con su mirada sigilosa, el huacón viejo, se ha convertido
en celoso guardián de la población de Mito con la finalidad que sus moradores
se encaminen dentro de las normas de la moralidad y valores.
Ahora nadie podrá estar
oculto, porque desde lo alto todos serán vigilados por el huacón, quien refleja
su autoridad sobre el pueblo para castigar látigo en mano a inmorales e
injustos, además simboliza el personaje festivo.
HUACONADA. Representa
un consejo de ancianos, llevan en las manos un látigo. En la danza participan
dos clases de huacones: los ancianos, que visten a lo tradicional y llevan
máscaras rústicas que inspiran respeto, mientras que los huacones jóvenes,
lucen lo moderno y cuyas máscaras están mejor esculpidas, pero expresan terror,
tristeza o burla.
Durante la danza, los
jóvenes bailan alrededor de los ancianos, dentro de una norma establecida,
donde solo pueden ser huacones los hombres que tienen buena conducta y son
ejemplares ciudadanos.
Los tres primeros días
de enero de cada año, grupos de hombres enmascarados, denominados huacones,
realizan en el centro del pueblo una serie de danzas coreografiadas.
ATRACTIVO. La imponente
figura del huacón viejo se ha convertido en un nuevo atractivo turístico del
distrito de Mito, provincia de Concepción, y representa la identidad cultural e
histórica fortalecida de los pueblos al Alto y Bajo Tulumayo. La réplica del
huacón, representa el éxtasis de la manifestación del arte edificado por el
artista, Carlos Verástegui, quien además construyó el mirador de la Virgen de
la Inmaculada Concepción. La estatua es de fibra de vidrio de 10 metros de alto
por 6 de ancho.
INAUGURACIÓN. La obra
fue ejecutado por los municipios de Concepción y Mito, el mismo que fue
entregado ayer a la población por el burgomaestre concepcionino, Jesús Chipana
y el alcalde miteño, Joel Broncano. Sin duda, un gigante guardián que será el
atractivo turístico de este lugar.
Reconocida. La
huaconada, es danza reconocida por la Unesco, como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad. 100 mil nuevos soles, es el valor económico de la
construcción del mirador miteño.
Como parte de la
ceremonia y aniversario de la declaración de La Huaconada como Patrimonio Cultural,
se realizó un festival gastronómico de cuy. Los potajes encantadores ofreció a
los paladares las delicias tentadoras del cuy.
La Asociación de Ex
Alumnas Vicentinas residentes en Jauja, tienen el honor de invitar a Ud. y
familia a las actividades que se realizarán con motivo de celebrar su
aniversario en honor a la Virgen de la Medalla Milagrosa, que se llevará a cabo
de acuerdo al programa adjunto.
Más de uno ha paseado
en Larcomar o el Malecón Balta en el distrito limeño de Miraflores, que tiene
una vista hermosa hacia el mar, y que arrastra un excelente movimiento
comercial. Sepa que para el Valle del Mantaro no es imposible contar con un
panorama como ese, si las autoridades se ponen las pilas.
LA PROPUESTA. Una “Ciudad
Malecón” que empezaría desde Jauja, pasando por Concepción para llegar hasta
Huancayo, ha sido diseñada nada menos que por alumnos de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Continental junto a reconocidos arquitectos y
arqueólogos.
Se trata de una ciudad
que tendría una forma lineal con vista al río Mantaro. Los arquitectos Jorge
Burga y César Moncloa, quienes participan en el diseño de este proyecto,
aseguran que la Ciudad Malecón tendrá una capacidad para albergar a 300 mil
habitantes, es decir, aproximadamente el doble de población actual.
ENCAUZARÍAN RÍO. César
Moncloa explica que las ciudades son diseñadas solo en un 5% por arquitectos y
por eso crecen de manera desordenada, disminuyendo las áreas productivas, es
decir, las dedicadas a la agricultura.
En el Valle del Mantaro
las viviendas han experimentado una serie de transformaciones en el tiempo.
Ahora la expansión urbana está sacrificando los espacios productivos, acota el
arqueólogo Manuel Paredes. Frente a este problema, el arquitecto Moncloa
detalla que el proyecto plantea encauzar el río, y toda la parte de terreno no
productivo que quedaría serviría para erigir la nueva “ciudad lineal. “Por
metro cuadrado de la ciudad construida, estaríamos ganando dos metros de área
productiva, asegura.
El experto dice que la
ciudad lineal lo que busca es que el río sea un agente integrador, “porque ya
no estamos hablando del malecón derecho o del malecón izquierdo, ya estamos
hablando que el río articula. Esto, de acuerdo al proyecto, permitiría tener
muchos más puentes peatonales y vehiculares.
SE PUEDE IR A PIE. Los
expertos de este proyecto dicen que siendo una ciudad de forma lineal, puede
ser recorrida hasta peatonalmente, sin necesidad de un vehículo.
Al hacer esta ciudad
malecón solo usamos el área del lecho del río, Huancayo y todos sus pueblos
pueden crecer al doble en esta ciudad lineal con vista al río Mantaro. Con esto
se purificaría el valle, el río y sus afluentes, enfatiza Jorge Burga.
Ayer fue sepultado en
el cementerio Campo Fe de Huachipa, en Lima, el ex alcalde de la provincia de
Jauja, en el periodo 1967 – 1969, Jaime Pablo Yuli Linares, Abogado de
profesión, egresado de la Facultad de Derecho de la UNMSM.
Yuli Linares fue
elegido por Acción Popular en noviembre del 1966. Le hizo frente a la coalición
Apra – Uno. Entre sus principales obras destacan la construcción de la plaza La
Libertad, en el barrio del mismo nombre. Asimismo, fue delegado representante
de la provincia de Jauja ante la Junta de Obras Púbicas de Junín, presidida por
Manuel Duarte Velarde. En ese entonces, gestionó la construcción del estadio
Monumental.
Desde hace años, el exburgomaestre
residía en Lima. Agremiado al colegio de Abogados de la capital, aún ejercía su
profesión. Allí la muerte lo visitó, lejos del ubérrimo valle del Mantaro, de
las tunantadas y las mulizas.