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Jauja, donde pagan a los hombres por dormir, fustigan a los hombres que insisten en trabajar, los árboles son de tocino y sus hojas de pan de fino. Las calles están adoquinadas con yemas de huevo y lonjas de tocino, asadas y fritas...

29 de junio de 2009

Se inicia la recuperación de la zona monumental de Jauja

A propósito de la Presentación del Proyecto:

"Puesta en valor, recuperación y conservación
de la zona monumental de la ciudad de Jauja,
Primera capital histórica del Perú - Región Junín"

Lugar: Dircetur Junín
Sede Jauja: Jr. Grau 528
Día: miércoles 01 de julio del 2009
Hora: 10:00hrs.

Una breve descripción del balcón que adorna la tarjeta virtual:

Un Balcón de estilo barroco.-

Este hermoso Balcón de estilo barroco que existía hasta inicios de los años 50´, en la esquina de los actuales jirones Bolognesi y Junín (antes calle del Carmen) y que según el gran artista Wenceslao Hinostroza, quien con toda la autoridad la de haber registrado pictóricamente más de cien balcones limeños, asegura que fue el único en el Perú. Además, menciona también que dicho Balcón se encontraba adherido a un muro de factura incaica, cuyas piedras labradas posiblemente fueron traídas de Xauxa-Tambo, de los restos del Templo del Sol.
La presente imagen es una copia fiel del original, pintada al óleo por el artista plástico Hugo Espíritu Escobar y registra toda la belleza de dicho balcón. Aquí funcionaban en la primera planta –entre otros, en distintos períodos y de diferentes propietarios- las tiendas comerciales del señor Juan Primo, y de la señora Yolanda de Umemoto, y en las demás instalaciones, el legendario hotel “Roma”; aquel fue un famoso lugar, en donde se pronunciaron importantes discursos en favor de acciones comunitarias y de bien social. Reconocidos intelectuales coinciden en que sería interesante reconstruir dicha esquina, incluyendo una réplica de este inigualado Balcón. (Texto tomado de: Jauja en blanco y negro, registro fotográfico siglos XIX y XX; Halckon Editores, 2005).



Un interesante proyecto que comienza a recuperar el brillo arquitectónico de la zona monumental de nuestra ciudad.

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26 de junio de 2009

10 Años de la Asociación de Ex-Alumnas Vicentinas - Jauja Residentes en Lima

POR: GLORIA MUCHA SOVERO


El 05 de Mayo de 1,999 se fundo la Asociación de Ex-Alumnas Vicentinas-Jauja Residentes en Lima, el lugar fue en la Gruta de Lourdes que se encuentra en el Parque Universitario.

Todas las que estuvimos presente ese día recordamos como si fuera ayer, cuando un 05 de Mayo de 1,999 acudimos a saludar a nuestra querida SOR JULIA por su cumpleaños. A solicitud de Sor Julia, quien nos recordó el espíritu solidario de nuestro patrón SAN VICENTE DE PAUL y llenas de euforia decidimos organizarnos como institución con la finalidad de ayudar a nuestro colegio y a las personas necesitadas.

Ese día, Sor Julia nos ofreció la gruta para nuestra primera reunión y decidimos reunirnos cada tercer sábado de todos los meses, lo cual se cumple hace 10 años.

Formamos la primera junta directiva con LILIAN PORTILLO como presidenta, luego de dos periodos continuamos con CECILIA RADA, luego ISAURA RUIZ, en la actualidad su servidora GLORIA MUCHA, siendo siempre nuestra tutora espiritual nuestra querida Sor Julia.

No recuerdo fechas pero la ayuda que realizamos en los 10 años son los siguientes:

1.- En los momentos difíciles de una compañera acudimos llevando víveres para su bodega, a fin de que pueda amparar a sus hijos con el fruto de las ventas.
2.- Apoyamos a tres compañeras delicadas de salud con dinero para poder solventar en algo su tratamiento.
3.- Acudimos en la ayuda de una hermana pequeña que cursaba el cuarto año de secundaria, por cosas de la vida quedo invalida, gracias a Dios se esta restableciendo.
4.- Ayudamos a otra compañera que asaltaron a su hijo y lo dejaron al borde de la muerte, gracias a Dios todo salio bien y luego de varias operaciones se encuentra en el 99 por ciento de su recuperación.
5.- Tampoco nos olvidamos de nuestras profesoras, por lo menos apoyamos a una en el momento difícil de su enfermedad y este acto nos lleno de satisfacción al ver su rostro de gratitud, felicidad y amor para nosotras, al saber que sus alumnas no la habíamos olvidado. Que Dios la tenga en su gloria.
6.- Apoyamos económicamente a dos hermanas pequeñas solventando su preparación y el pago para que postulen a la UNI, una ingreso.
7.- De nuestro colegio no nos olvidamos; llevamos buzos, pelotas de vóley, de básquet. Pintamos el colegio. Donamos cemento para las aulas nuevas de primaria. Ultimamente llevamos 80 carpetas unipersonales.
8.- Apoyamos económicamente para el piso de la catedral de Jauja.
9.- Tenemos en custodia 3,000 dólares americanos para la refacción de la capilla de nuestro colegio esperando que empiece los trabajos.
10.- Realizamos almuerzos para los ancianos y lustra botas del Parque Universitario.
11.- Nos constituimos protectoras de nuestros hermanos los presidiarios; en la navidad llevamos presentes a los presos de la tercera edad.
12.- Iniciamos el albergue para las ex presidiarias que no tienen a donde llegar cuando salen, muchas son extranjeras y se hospedan hasta poder ir a sus lugares de origen. Para esto donamos juegos de dormitorio que comprenden de camas, colchones, roperos y cómodas. En la actualidad esta caminando con éxito bajo la dirección de una ex vicentina Sor Karen para quien va nuestro cariño y gratitud al lado de Sor Julia y las otras hermanas.
13.- También nos solidarizamos con los niños discapacitados del Albergue de Chaclacayo y Lurín a quienes visitamos llevando ropas, víveres y juguetes en navidad y en fecha casual.
14.- Colaboramos con el Club Jauja económicamente para la navidad de los niños excepcionales de Jauja.

A través de los 10 años no todo a sido trabajo, también tuvimos momentos gratos de celebraciones de cumpleaños, agasajo por el día de la madre, agasajo a los padrinos de nuestros cortamontes vicentinos con excepcionales traídas al estilo de nuestra tierra y la creación de nuestro conjunto Tunantero de las vicentinas.

También hemos tenido altos y bajos en estos 10 años los cuales los hemos sabido superar por el bien de nuestra querida institución VICENTINA, tal es así que cada uno de los miembros de la institución que trabajaron constantemente en la institución y familiares son testigos de la labor VICENTINA.

Les pido a todas las hermanas VICENTINAS JOVENES que se unan a la labor activa con su presencia en las reuniones del tercer sábado de cada mes en la gruta.

SER VICENTINA SIGNIFICA JAUJA Y SUS DISTRITOS



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23 de junio de 2009

LA PERSONA QUE LEE A JAUJA

Hombre xauxa,
hombre que lee, hombre que baila,
hombre mágico.
            A Carmen Cáceres Mayor, por la Jauja que habita en su corazón; una Jauja de Traída de monte, y otra de Libros. Por su Jauja de sol, de música y de pan. Por la Jauja de Pánfilo, el del Pato Donald y Tribilín; del Oso Yogui, Rico McPato y el Súperman; el de las figuritas, para canjear y completar el inquieto y siempre incompleto álbum en los distintos momentos de nuestra infancia, muy emocionantes por cierto, ahora que inesperadamente los vuelvo a ver (..)
    ES DE GRAN TRASCENDENCIA ingresar en contacto de lectura con un libro -un libro es síntesis de vida, es, la vida- para aprender a leernos a nosotros mismos; mientras mejor comprendamos lo que estamos leyendo, mejor nos leemos a nosotros mismos. Leer es una forma de interpretación personal, de interpretar nuestra propia vida, de la forma en cómo la estamos viviendo, de lo que somos; en suma, de nuestra forma de ser. El leer nos proporciona las metáforas esenciales para vivir múltiples vidas en un instante, en un momento; y en otras, la oportunidad de recrear nuestro vivir en función de lo que leemos. La sensación personal de nuestra lectura, de cómo sentimos lo que estamos leyendo, es también la forma particular en cómo nos está hablando el autor, es un hablar sólo para cada uno de nosotros, y cada uno lo escucha de distinta manera. Es también, una forma de retornar a la naturaleza, de sentir que somos naturaleza al fin, de recuperar y sentir nuestra propia humanidad. Uno de los libros indispensables y que recomendamos para tal caso, es definitivamente, un libro de Jauja.
    Es de suma urgencia leer aquel libro en algún momento en nuestras vidas, para rememorar nuestro nacimiento en la enigmática Tierra de Jauja; en nosotros que, después de nacer y luego de un tiempo emigramos a otros lugares por distintas razones, y es, desde éste momento cuando comenzamos a mitificar a nuestra ciudad, se nos vuelve mítica, legendaria, y la miramos desde el recuerdo; cuando volvemos a recordar nuestra infancia la revivimos como una misteriosa, singular y maravillosa novela; inevitablemente la engrandecemos desde el corazón. Y es aquí cuando necesitamos no leer una vez, si no, todas las veces de ser necesario, para seguir respirando, para seguir viviendo, desde la infancia hasta la “edad primordial”. Leer, y regresar a leer a Clodoaldo Espinosa Bravo, Ernesto Bonilla del Valle, a Pedro S. Monge Córdova, Augusto Mateu Cueva, a Manuel J. Del Valle, Edgardo Rivera Martínez, a Víctor Modesto Villavicencio del Valle, Gerardo Garcíarosales, a Carlos H. Hurtado Ames, Pedro Rodríguez Meza, a Moisés Ortega Rojas, Víctor Ladera Prieto, a Jaime Galarza Alcántara, Manuel Espinoza Galarza, a Maruja Martínez Castilla, Luis Suárez Galarza; entre otros; para también, de alguna forma alcanzar una experiencia totalizadora como ciudadano jaujino. Qué pasaría?, si solamente nos contentamos con recordarla, con engrandecerla y desde el corazón, y sin leer, que pasaría en nosotros?; ineludiblemente y en cualquier momento se nos viene un paro cardíaco, y finaliza nuestra vida terrenal. Es, decisivamente, una experiencia conjunta, van de la mano, vivir y leer, rememorar y leer, engrandecer y leer.
    Un entrenamiento especial, al que la podemos llamar mejor “gimnasia jaujádiKa”, es a “leer siempre un libro de Jauja a cada instante”, después de cada comida, de la ducha, antes de dormir, al despertarse, (...); y ? (...), para sentirnos jaujinos, para sentirnos ¡¡ Jauja !! en la totalidad de su significado y de su sentido; en su máximo esplendor, independientemente del lugar en dónde nos encontremos. Para sentirnos “espacio infinito”, en donde nada falta, nada sobra, solamente si lo leemos en la mismísima ciudad.
    Un hecho fantástico y borgiano, para generar un “espacio infinito” sería el originar “una novela viva” con todos los hombres que leen en Jauja; vernos unos a otros leyendo, viajando leyendo, corriendo leyendo, jugando leyendo, contando leyendo, gritando leyendo, trabajando leyendo, vendiendo leyendo, comiendo leyendo, durmiendo leyendo, bailando leyendo, (...); leen Huatuco y Sánchez, los que venden carnes; leen Quillatupa y López, los que venden verduras; leen Quispe, Huarocc, y Martínez, los del grifo; leen Pumacahua y Ramos, los de la bodega; leen Mayta y Mandujano, los oficinistas; leen Astocuri y Solís, los diseñadores gráficos; leen Cuyubamba y Rodríguez, “los sepultureros”; leen Quispealaya y Rosales, los jueces; leen Misari, Casachagua, y Flores, los del hotel; leen Ccancho y Yaringaño, los de la compañía de vigilantes; leen Canchaya, Castro, y Quincho, los barmans; leen Chuquipoma, Salinas, y Limaylla, los de la panadería; leen Vilcahuamán y Bullón, los Alcaldes; leen Corihuamán y Del Castillo, los del triciclo; leen Condori, Cáceres, y Salazar, los canillitas; leen Canchari, Camarena, Pantoja, Cochachi, Urco, y Curisinche, los que lustran botas; leen Huamán y Rivera, los arquitectos; lee Choquehuanca el “curita”; leen Carguancho y Cárdenas, los abogados; leen Paguacho, García, y Palacios, los “serenos”; lee también Surichaqui “el campanero”, (...). Tú, bajo el brazo llevando “Imagen de Jauja”; él, sentado en el bus leyendo “Entre caretas y cullucaras”; aquel, leyendo “bien acurrucado” en una esquina “La Presencia de Jauja”; yo, recostado en el frontis de la iglesia, leyendo “épicamente” mi “Aquel hombre xauxa”; ver a Gerardo Garcíarosales, leyendo su “País de Jauja” sentado en una de las bancas de la plaza de armas, “bien camufladito”; a Carlos Hurtado, en solaz y disfrazado de “chuto” en su jardín de sol leyendo su “Estampas de Jauja”; a Henoch Loayza, “muy concentrado” leyendo su “Cuentos Populares” en una “esquinita” de su museo paleontológico; a Miguel Dávila, leyendo su “Facetas de Jauja” al compás de los pasos de un terrible chapetón que insiste en bailar dentro de él, en la plaza del “20 de enero”; a Lucho “El Palito” Suárez, leyendo a modo de pre-calentamiento y antes de arbitrar un partido, “El Albergue desolado” en una de las bancas de la plazuela en su barrio de “La Salud”; a Héctor Leiva, con sus botas de “arriero” y recostado en la puerta de la capilla y después de rezar a Tayta Paca, leyendo “electrónicamente” su “Tierra chola”; a Abel Simeón “El chasqui de Shunta” antes de su maratónica competencia “Alb Marathon” en Schwäbish Gmünd - Alemania, leyendo “incaicamente” su “Confidencias para el pueblo”. Qué pasaría?, si nos vemos todos así, leyendo un libro de Jauja. Seríamos; la “novela viva” “El País que lee; Jauja”, en donde todos, forzosamente “saltan luego de leer” de un libro a otro, y entre uno y otro, unos pintando, otros vendiendo, otros bailando, y es que un libro de Jauja nos lleva a hacer cosas fantásticas, después y antes del después, y después del después, como a pintar un cuadro, a releer un libro de filosofía, a pensar, a escribir un libro en un día, a sentir, a sembrar, a sembrar un árbol cada día, a cosechar, a cosechar Beethovens, a colgarse de una estrella, a estrellar la iglesia, a enamorarse de un olluco, a obsequiar 100 dólares a cualquiera , a leer a Karl Popper y a Locke, a atrapar una nube, a pintar mil nubes, a bajar el sol, a colgar un sol bailarín, a empujar la luna, a limpiar las calles, a escuchar música; a bailar y bailar, y volver a bailar, y es asi, desde siempre, desde antes de la respiración, que en Jauja no se camina, (...) se baila.
    Y es que Jauja es un pueblo que lee y que baila, su gente, todos, viven maravillosamente sus tradiciones y su folclor, hoy en día, con el mismo vigor de siempre, mostrando al mundo con arrogante sencillez sus impecables valores culturales. Tan es así que en forma evidente, que cuando un hombre lee a Jauja se transforma, con sus momentos y sus misterios, y de un modo espléndido y permanente, desde la mañana de un miércoles, en hombre-Tumbamonte; un domingo por la tarde, en un hombre-Tunantada; al atardecer de un martes, es hombre-Corcovado; a mediodía de un jueves, es un hombre-Pachahuara; un sábado todo el día, en un hombre-Huayligía; desde la madrugada de un lunes, en un hombre-Herranza; un día feriado en mayo, en hombre-Jija; y es más allá de todo, eterna y rotundamente un hombre a quien le brota la magia desde la profundidad de su corazón; es un corazón-mago.
    Y sólo un corazón-mago transforma constantemente su alrededor. La lectura conmueve -a ti, a mi, y de igual pasa con todos- a nuestro corazón, y es el mismísimo corazón quien se transforma, y se predispone a generar distintos puntos de vista, diferentes, para entendernos mejor con todos los demás. Y es cierto que alguien de los demás se va a preguntar algún día: ¿y cómo es que has cambiado?, ¿y tan rápido? Y no es que hayas cambiado, o que hayamos cambiado, sino, lo que pasa es que al entrar en contacto con alguien, para entenderte mejor, para entendernos mejor, barajamos tantas posibilidades del entendimiento humano, sintonizamos claramente el lenguaje y el punto de vista de nuestro interlocutor del momento, despertamos de inmediato una secuencia múltiple de pensamientos coincidentes, logrando elevar de esta forma nuestra capacidad de pensar y de análisis; asimismo agregamos valor a nuestras opiniones, ahora son más interesantes; nuestras observaciones se hacen más precisas, más profundas. Enriquecemos nuestra vida interior para ver lo que otros no ven, y es que siempre vemos lo que tenemos al interior de nosotros, es decir se produce una feliz coincidencia entre lo que hay en ti, dentro de ti, dentro de nosotros, con lo que ves, con lo que vemos en el exterior, fuera de nosotros. También, aceleramos nuestra creatividad con posibilidades de interpolar mentalmente imágenes y textos, y ésto, es indispensable para seguir viviendo en familia y en comunidad. Y es cierto que todos somos creativos por naturaleza, desde el origen, desde el nacimiento, lo que pasa a veces es que lo olvidamos, algunos lo olvidan para siempre; otros lo recuperan en el transcurso de sus vidas, y la lectura nos ayuda en este proceso.
    El hombre de Jauja que lee es un farol andante, que alumbra y relumbra. Y no sólo es luz que alumbra a los demás, sino que es una luz con desbordante carisma, una luz que baila y que todos la queremos tener; es una luz que interactúa y que genera una simbiosis emocional, queremos sentir y saber lo de otros, lo que otros saben, participar un sentimiento, compartir conocimientos, bailar juntos. Un libro se “vuelve sangre” en la vida de una persona en un veloz proceso combinatorio entre lo que va leyendo y su forma de ser; observa, escucha y siente el mundo en una y de una forma única, sinigual, no hay dos personas iguales. Y es que también la lectura expansiona, dilata, extensiona la consciencia, atiza la inteligencia espiritual y enriquece la percepción; y, más allá, en el infinito, todos podemos ver y pensar lo mismo, solamente cuando alineamos nuestra vibración; somos básicamente cada uno de nosotros una misma vibración, pero a menudo la distorsionamos con nuestra labor cotidiana, con nuestras preocupaciones del día a día; cuando la alineamos y la sintonizamos –el poder que nos da la lectura- todos en un solo dial por decirlo de una manera, en un mismo sentido, vemos y sentimos lo mismo, y es que somos naturaleza, somos una sola consciencia, cósmica, galáctica. Y se genera una magia expansiva cuando el hombre interactúa con el contenido de un libro, cuando “se vuelve sangre” dentro de él, luego, después, se produce la transformación; perfecta y potente, sólo cuando se “dispara” desde el corazón.
    La persona que lee a Jauja adquiere la condición de “ciudadano jaujino”, modelo de ciudadano universal; se comporta como ciudadano-naturaleza.
    La persona que lee a Jauja se transforma desde el corazón, y transforma permanentemente su alrededor físico y/o espiritual; su visión es universal sin descuidar su condición particular.
    La persona que lee a Jauja aprende a bailar desde el corazón, y siente que bailar desde el corazón es divino, es meditar. Baila antes para sí mismo, y luego para los demás. Entiende que bailar es antes que el pensar, bailar para pensar, mientras baila siente, y es cuando adquiere mayor objetividad para comprender los acontecimientos que ocurren en su alrededor.
    La persona que lee a Jauja es un soñador, idealista, y romántico; llena su vida de grandes sueños e ilusiones sabiendo que los va a alcanzar. Empieza a construir desde la belleza que se expande desde su interior, con la energía que le erupciona como un volcán. Trabaja, corrige y perfecciona su lenguaje. Es un apasionado en el ámbito de las ciencias, las artes y la historia.
    La persona que lee a Jauja lee y reflexiona; y en tiempo constante tiene la oportunidad de descubrir el pensamiento de los demás, elevando de ésta forma su modo de pensar; y ahora, por lo tanto, tiene la fortuna de identificar los criterios que otros manejan en relación a diferentes temas y distintos problemas.
    La persona que lee a Jauja es, antes o después un multimillonario, y es porque percibe la vida desde la arista de la abundancia. Aprende a disfrutar de la riqueza que de una forma implícita lleva y conlleva el vivir. Es un benefactor.
    La persona que lee a Jauja siembra de inmediato un árbol; contagiando a otros para hacer lo mismo. Se vuelve un sembrador de árboles. Asimila al árbol como el misterio ancestral de su búsqueda trascendental; busca crecer desde la densidad de la materia a la elevación del espíritu; y se pregunta: ¿cuál es nuestra capacidad de elevación y de enraizamiento, es decir, de estar presente en todo lo que existe?
    La persona que lee a Jauja es un humanista, un filósofo que crece desde el conocimiento reflexionado, y ésto le sirve para discernir lo que ocurre alrededor de su vida, para también influir positivamente y con mayor profundidad en los demás. Incrementa su seguridad y su confianza en sí mismo para ayudar a los demás.
    La persona que lee a Jauja desarrolla un infinito cariño, contagiando a mil por mil el cariño que siente por su Tierra; siempre y en todo lugar se expresa de ella con cosas agradables e interesantes, habla de sus danzas, de sus recursos turísticos y de la creatividad de su gente; generando una energía galáctica, cósmica, un entusiasmo sinigual en los demás.
    La persona que lee a Jauja eleva una oración por toda la humanidad, y recupera la capacidad innata de defensa por la madre tierra; tiene siempre presente el pensar del gran jefe Seattle, el indio Salish: El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que le hiciere al tejido, lo hará a sí mismo. Y cuando relee siente que se conecta con Dios, sintoniza su vibración para expandir su vivir. Y es que somos en gran medida lo que leemos, y leemos en función de lo que somos y sentimos.
    Finalmente, LEER A JAUJA no solamente es leer un libro de Jauja, si no, sentir y leer el pensamiento de sus nubes, leer y pensar en la capilla de Cristo Pobre, sentir y leer sus paisajes, leer y pintar sus danzas, sentir y leer sus complejos arqueológicos; leer el pensamiento de las estrellas, sentir la enorme antigüedad de la tierra debajo de nuestros pies descalzos; sentir y leer su laguna de Paca, leer y pensar en el Puyhuan, leer y dibujar la luna, leer y escribir nuestra infancia. Es también sentir y escuchar la música de su silencio.
    He aquí, al hombre xauxa, al que siente y lee el pensamiento de las estrellas.
                Y también; salpicamos cada una de todas estas palabras con el aGuA de JaUjA para que resplandezcan a modo de un homenaje al hOMBrE qUE bAiLA, al que dibuja su nombre, sus sueños, sus alegrías y sus penas, su vivir con cada paso, en cada requiebro, al que lleva su arte en movimiento cruzando y saltando obstáculos, a todas partes y sin fronteras; a veces, sino tantísimas; incomprendido. A él; al que baila brillantemente.

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    22 de junio de 2009

    Festival del Chaccu en Tingo Paccha - Acolla

    Fuente: Diario Correo
    CÉSAR ESPINOZA
    En Tingo Paccha, jurisdicción del distrito de Acolla, provincia de Jauja, se realizará el gran chaccu de la vicuña, especie declarada patrimonio nacional y el gran matrimonio de una pareja de vicuñas que simbolizará el aumento de estos animales oriundos del Perú.
    Esta ceremonia ancestral fue programada para el miércoles 24 de junio, desde las 09:00 horas, con un programa especial, con motivo del Día del Campesino Peruano, y se prolongará durante todo el día, en el paraje Sierra Verde, altura del Km. 25 de la autopista Jauja - Tarma, donde el ex presidente de la República, Alberto Fujimori, mandó forestar los cerros de Lomo Largo con pinos y quinuales que hoy ya dan sus frutos y agua para los pobladores de Tingo Paccha y Unión Paccha.

    El alcalde de Acolla, Jauja, Edwin Manyari Carhuay, invitó a la población en general para participar en las ceremonias al Sol y a la Tierra (Pagapu), oportunidad que también se presentarán danzas y platos típicos.
    Han asegurado su participación a este chaccu el presidente del Gobierno Regional de Junín Vladimiro Huaroc Portocarrero; el alcalde de Jauja, Alejandro Barrera Arias; catedráticos y estudiantes universitarios de la UNCP, facultad de Zootecnia.

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    20 de junio de 2009

    ¡FELIZ DIA DEL PADRE!

    Para mi viejo querido y para todos los jaujinos que se encuentran en Jauja y por el mundo... ¡¡¡FELIZ DIA DEL PADRE!!!
    Titulo de la canción: Quiero ser como tú
    Interprete: Danny Berrios
    Producción: ALSIME

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    17 de junio de 2009

    ¿SOLO FUISTE UN SUEÑO?

    POR: MACKO LEIVA
    Un día, camino a la universidad, tuve que regresar a recoger mis cuadernos y apuntes que había olvidado en la vieja casona que vivía. Mi primera clase de Análisis Matemático ya había empezado cuando llegué a la universidad, ingrese silencioso al salón y me ubique en la última fila de las cinco carpetas que estaban desocupados. Pude verte, eras mi profesora y escribías en la pizarra la solución del problema 44. Cuando terminaste de escribir y explicar como se resolvía, empezaste a caminar por todo el salón revisando con tu mirada los empeñosos y aplicados que eran algunos alumnos. Todos escribían, menos yo. El salón se encontraba en silencio, solo se escuchaba los tacos de tu caminar pausado. De pronto noté que te acercabas, me sentí descubierto e inútil porque no tenía ningún cuaderno o apuntes sobre mi carpeta. Al llegar te detuviste a mi costado, con mi cabeza agachada imaginé tu mirada asombrada por mi falta de empeño. Tratando de disimular mi deber de estudiante saqué cualquier hoja, pero cada hoja que sacaba tenía escrito solo algunas líneas, y lo peor, no eran míos sino de un amigo, me puse nervioso al notar que seguías mirándome fijamente y no sabía como explicarte que no era lo que pensabas y que no perdía mi tiempo. Decidiste sentarte a mi costado, tenías el tiempo suficiente porque esperabas que los demás alumnos terminaran de copiar lo que habías escrito en la pizarra. Me hablaste en voz baja, noté tu preocupación, me preguntaste porque mi rendimiento estaba mal en tu curso, te respondí y trate de hacerte comprender que era difícil estudiar y trabajar al mismo tiempo para mantenerme y pagar la universidad, que se necesita de más esfuerzo y dedicación. Me llene de amargura porque algunos no entendían ese sacrificio, creían que era fácil estudiar y trabajar. Te comenté que antes era más fácil estudiar con una economía más estable, mejor si vivían en la casa de sus padres y la preocupación era solo de estudiar. Fue tanta la rabia que produje que noté que tenia lagrimas en los ojos, eso me hizo volver a la realidad y te miré con una sonrisa hipócrita tratando de disimular lo que sentía. Me mirabas sin decir nada y para justificar mi actitud te dije que sabías mejor que yo, porque también fuiste universitaria en alguna época. Me preguntaste donde trabajaba y te dije en una fábrica de confecciones de ropa, que era el jefe del personal pero no me creíste.
    Nuestra conversación se vio interrumpido por un alumno que se acercó para reclamarte que todos habían terminado de copiar hace buen tiempo y no sabían que hacer; creo que tenía razón porque en su mano llevaba una revista de Superman doblada en la última página, con dulzura le respondiste que irías en un momento, pensé que era el final de nuestra conversación. En ese instante, de la primera fila se levantó una persona adulta y salió al frente del salón para impartir la clase, por la edad y por su colaboración pensé que era tu esposo. No te moviste de mi lado, tampoco te inmutaste, te mire anonadado pero no me atreví a preguntarte si era cierto mi sospecha. Solo me quede prendido de tu mirada, pude contemplar tus hermosos ojos y acariciar tu piel mentalmente. Como un imán sentí la atracción de tu energía, lentamente, sin perdernos de vista nos fuimos acercando hasta besarnos brevemente, observé con disimulo a todas partes si había algún curioso que nos miraba, felizmente todos escuchaban con atención la clase que dictaba tu supuesto esposo. No había palabra alguna entre nosotros, solo de miradas, nuevamente volvimos a besarnos, ahora si fue un beso largo y lleno de éxtasis incitando a la pasión, corriendo el riesgo de ser descubierto, pero no nos importaba. Te abrase y lentamente te recostaste colocando tu cabeza en mis piernas, no podía creerlo, te tenía tan cerca que podía sentir tu respiración agitada y el palpitar acelerado de tu corazón. Con mis dedos empecé a jugar con tu cabello rebelde y ondulado, acaricie tu rostro y empecé a recorrer el contorno de tus ojos, de tu nariz, de tus labios. Cerré mis ojos para sentirte y dibujar tu belleza en mi corazón, tú solo atinabas a mirarme con pasión y dulzura. Lentamente mis caricias bajaron por tu cuello para sentir tú suave y ardiente piel descubriendo no solo tu hermosura sino también tú ser, me atreví a introducir mi mano por tu blusa hasta acariciar suavemente tus delicados, grandes y bien formados senos, cerraste tus ojos y te dejaste llevar. Por un momento estuvimos felices, tirados y abrazados, realmente no podía creerlo, parecía estar en un lugar que no era el salón de clase.
    De pronto alguien me hizo una broma y todo el salón empezó a reírse, el alboroto nos hizo volver a la realidad y disimular lo que hacíamos separándonos una distancia prudente. El supuesto esposo rápidamente impuso el orden, se dirigió al lugar del autor del alboroto y le increpó su actitud, el alumno respondió que la broma era para su compañero de carpeta y no para mí. Con la confusión y el desorden que generó, el alumno decidió salir corriendo del salón, anticipándose a ser castigado, pero su compañero de carpeta no pudo escapar, el supuesto esposo le invitó a salir al frente del salón para recibir su castigo, le pidió que se bajara el pantalón y se inclinara, con una regla de aluminio le azotó tres veces. Yo me sentí culpable y avergonzado sin saber que hacer. Me levante al ver que se acercaba con una actitud firme y antes que me reprima, me anticipe diciéndole que no tenia nada que ver con esa broma porque no había dado ningún motivo a mis compañeros, contrario a lo que pensaba, se mostró muy amable y comprendió mi explicación, me dijo que no me preocupara y que mas bien tratara de olvidar el incidente, me dio la espalda y se marcho. Cuando me defendía pude darme cuenta que no me perdías de vista, parecías sentirte orgullosa de mi actitud y por la forma como enfrentaba aquel bochornoso incidente. Rápidamente la calma regreso al salón de clase, nos sentamos como al principio, fue cuando decidí preguntarte por el supuesto esposo y me respondiste con una tierna mirada y una sonrisa apagada diciéndome que no era tu esposo, que no eras casada y que ese supuesto esposo, era tu HERMANO. Realmente me dejaste sorprendido.
    El timbre sonó anunciando el término de la clase, los alumnos empezaron a abandonar el salón haciendo diferentes comentarios, nosotros decidimos quedarnos sentados en el mismo lugar, no quería abandonar el salón porque a tu lado me sentía bien. Un compañero del coro de canto que no tenía mucha amistad se acercó y me invitó a jugar con la intención de confraternizar más, le dije que no, que prefería quedarme contigo para conocerte mas y se marcho. Nuevamente a solas, volví a preguntarte porque tu corazón no tenía dueño y me dijiste que desde la última vez que terminamos nunca mas quisiste tener otra relación, tu respuesta me desconcertó más aún porque no podía recordar que alguna vez fuimos enamorados y haber compartido momentos románticos como ahora. El compañero del coro de canto volvió a interrumpirnos, insistió en jugar conmigo y de lejos gritó preguntándome el color de mi preferencia, le respondí azul o negro pero no quería entrar al juego. Por un instante observé lo que jugaban, habían formado una ronda y todos escribían en un pequeño papel, parecía que escribían el color de su preferencia para adivinar al momento que le preguntaban a cada participante, a un costado observé un hipopótamo que me sorprendió, alguien estaba disfrazado pero parecía muy real y le daba un aspecto de fiesta infantil al juego. Yo me quede contigo, estábamos solos, no quería moverme del lugar y que el tiempo sea eterno, creo que también así lo deseabas. Nuevamente te abrase y nos besamos, cerré los ojos para sentirte mejor, fue un beso largo y apasionado. En ese momento escuche nuevamente el timbre, tratamos de obviar y seguir besándonos, yo sumaba algo de pena a mi sentimiento porque capaz todo terminaría cuando regresen los demás alumnos. El sonido del timbre era diferente y no cesaba de sonar al punto de interrumpir nuestro apasionado beso, extrañado abrí lentamente mis ojos y me encontré con una escena diferente al salón de clase, observé a mi alrededor y me dí cuenta que estaba solo en mi cama, el sonido del timbre era de la alarma de mi reloj. Trate de no moverme y cerrar mis ojos para seguir durmiendo, pero no pude, resignado comprendí que solo era un sueño.
    Me levanté tratando de recordar todo y con el consuelo que te vería mas tarde en el trabajo. Solo que… aún eras mi amiga.

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    13 de junio de 2009

    ¿POETAS EN JAUJA?

    FUENTE : Diario Correo
    "No veo a ninguno y no creo que nadie se resienta "
    HUANCAYO Ángel Javier Castro Sánchez

    El poeta Luis Sebastián Suárez Galarza (Jauja, 1948), actualmente presidente de la Casa del Poeta Peruano - Jauja, lanza un dramático y crudo anuncio a los escritores de Jauja. Él acaba de publicar su último libro, "Cuerva noche", que es un conjunto de cuentos y poemas.

    S4: ¿Al construir poesía, a qué mundo usted envía su mensaje?

    Luis Sebastián Suárez Galarza: Yo me siento muy andino; y es porque mi infancia bebió el espíritu del puquial, las pircas, la arcilla colorada, los jilgueros, el acacllo; es decir mi poesía es muy andina. Tan es así, que la laguna de Paca, para mi es una mujer en el buen sentido amatorio de la palabra.

    S4: Los vacíos del alma son a veces fuentes de inspiración, Ud. ¿qué vacíos utiliza en sus poemas?

    LSSG: Los vacíos que sirven de planteo a mi creatividad poética son mi padre, mi madre y los amigos. Es así que mi primera poesía "Puerta de jilgueros", es un juego de símbolos con elementos paisajísticos muy nuestros, producto de los recuerdos paternos. Es decir una añoranza tan lejana y cercana a la vez. Ausencia muy sentida, pero que en mí no existe la palabra resignación; y esto es así, porque al ver el sombrero de mi padre afloran en mi mente los recuerdos de siempre.

    S4: ¿Es cierto que el wisky serrano es un poderoso estímulo para inspirarse?

    LSSG: (Risas) bueno, yo no creo que haya un escritor que se embriague tanto con la caña de Monobamba. Es cierto que es un estimulante, en mi caso por ejemplo, me vino una especie de nostalgia o estímulo muy subjetivo; y entonces tomo un lápiz, papel y empiezo a escribir.

    S4: ¿Qué obra literaria tiene en proceso de construcción?

    LSSG: Tengo en carpeta "Multiris", no la publico porque no tengo dinero; y tengo listo el machote de "Tañido de Paca" que es un elogio en defensa de la laguna. Y otro poemario que es un conjunto de 70 poemas, cuyo nombre lo mantengo en reserva para evitar el llamado pirateo.

    S4: A su entender, ¿qué poeta novel de Jauja representa una esperanza en las letras jaujinas?

    LSSG: ¿Poetas en Jauja? no veo a ninguno y no creo que nadie se resienta. Porque ser poeta implica una entrega total al trabajo literario; es decir haber trajinado-literariamente hablando-un buen camino de esta vida. He visto jóvenes que están yendo al trabajo literario poético sobre todo, y hay que darles el espacio social de publicar sus escritos, de modo que puedan ir mejorando, madurando y conseguir su objetivo propuesto. Pero tampoco se trata que cualquiera integre una antología literaria. Y cuando es así, éstos, se engríen y creen que ya están en la talla de grandes escritores; y como digo a algunos jóvenes, aún no están en ese nivel.

    S4: ¿Usted nació poeta o se hizo poeta?

    LSSG: Yo creo que me hice poeta, tal vez con un pequeño ápice de virtud poética. Y me hice poeta primeramente con las lecturas; los consejos atinados por ejemplo de Hugo Orellana Bonilla, Yamandú Altamirano. Luego mi contacto con grandes escritores hizo que yo despertara. Mejor, que se despierte en mí ese afán por la literatura y la belleza. Siempre digo que el poeta no es más que un intermediario entre la naturaleza, el lector y otros aspectos sucedáneos que conforman una pirca bella.

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