Al maestro miteño Abel Beriche Macha

El gran maestro miteño Abel Beriche a partido a la inmortalidad. Un gran tallador que convertía cualquier tronco de madera en una obra de arte. Con sus manos dotadas para el arte y con martillo, azuela, cincel y punzones, daban forma sus máscaras de huacones que expresaban diferentes sentimientos: dolor, ira, burla y serenidad.

El arte le fue heredado a través de sus abuelos que antaño también fueron buenos mascareros y danzantes de huaconadas. Empezó a bailar la Huaconada a los siete años y siempre bailó como ‘huacón antiguo’. Sereno en la vida pero resplandecía en las fiestas cuando bailaba y en su taller cuando creaba arte; cuando hacia sus máscaras y cuando trenzaba cueros para hacer ‘tronadores’ (látigo de cuero).

Empezó haciendo sus propias máscaras para bailar y luego hacer por encargos de unos paisanos, después para visitantes y turistas que aumentaron desde que la danza de la Huaconada fuera reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el 2010. Su trayectoria artística fue creciendo y reconocido en el valle del Mantaro y en diferentes lugares. Abel, en 1990 obtiene un premio en el concurso organizado por la Revista Caretas; en 1992 se presenta en ‘Detrás de la máscara’ organizado por el Grupo de Teatro Yuyachkani, y en el mes de marzo de 2013, obtiene la máxima distinción de su vida: Personalidad Meritoria de la Cultura, reconocimiento realizado por el Ministerio de Cultura.

No solo Mito pierde un maestro tallador, pero ahora lega su arte a dos jóvenes maestros que son toda una promesa; uno es su hijo José Carlos Beriche y el otro es Julio Landeo. Ambos tienen sus talleres en Mito.

Descanse en paz maestro Abel, todo los años bailabas huaconada, el próximo año… también bailarás.